Central Telefónica
WhatsApp
Consultas / Soporte
Aula Virtual
Noticias
07 de Septiembre del 2024

La cibercriminalidad como atentado a los derechos humanos de los más jóvenes

La cibercriminalidad como atentado a los derechos humanos de los más jóvenes

La cibercriminalidad como atentado a los derechos humanos de los más jóvenes

La noción de derechos humanos nos remite a libertades, facultades de las personas, que promueven su dignidad vital por su sola condición humana. Este concepto debe aplicarse a todas/os, independientemente de las diferencias individuales relativas al sexo, etnia, nacionalidad, condición cultural y/o social.

Sus características de ser universales, atemporales, irrevocables, inalienables, intransmisibles e irrenunciables (Morales Gil de la Torre, 1996) demuestran la amplitud de su alcance.

A partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, se dio identidad jurídica a la voluntad humana de respetarse y ser respetado por todos. Sobre todo, a partir de la incorporación de este cuerpo legal, entre otros instrumentos internacionales, en las constituciones de los Estados, tal como ocurrió en Argentina desde 1994. Este hecho no solo constituyó un importante acto legal y político, sino que ha generado obligaciones de las naciones hacia su propio interior, como en la relación internacional con otros Estados.

Desde el inicio de la categorización efectuada por Karel Vasak en 1979 (citado en González Alvarez, s. f.), se plantearon tres generaciones de derechos humanos, asociados a los relevantes valores proclamados por la Revolución francesa: libertad, igualdad, y fraternidad.

De tal manera, los derechos de primera generación, configurados por el derecho a la vida, la dignidad, la integridad psíquica y física, el acceso alajusticia y al trato igualitario sin distinciones individuales, han constituido los derechos civiles. La posibilidad de participar en la organización estatal, elegir y ser elegido y agruparse políticamente conformaron los políticos.

Vinculados con el principio de igualdad se definieron los derechos de segunda generación como económicos, en relación con el alcance de la seguridad en tal sentido y de propiedad personal y colectiva. Además, los sociales, relativos al trabajo, el salario justo e igualitario, la seguridad social, el descanso, la alimentación adecuada, la salud, educación y vivienda, y los culturales, que permiten la intervención en actividades de esta índole, así como científicas y tecnológicas. Su calidad implica un esfuerzo particular de los Estados, quienes a partir de sus organismos y poderes públicos deben garantizar su trascendencia.

La vinculación con el principio revolucionario francés de la solidaridad se encuentra en la libre determinación de los pueblos, el derecho ala paz, aun medio ambiente sano y libre de contaminación, así como los derechos de las poblaciones especiales, como niños y ancianos, denominados como de tercera generación.

Esta clasificación se revisa a la luz de una cuarta generación de derechos humanos, donde se ubican, para algunos, la protección contra la manipulación genética (Vallespín Pérez, 2002), así como todo lo relacionado con el acceso y uso de las nuevas tecnologías (Bustamante Donas, 2001). En tal orden, se interesa por el universo tecnológico, marcado por las nuevas vías de comunicación, donde se encuentra el ciberespacio. Este escenario posibilita una primera vulneración de derechos humanos, relativa al acceso diferencial de las personas por razones culturales, económicas y hasta técnicas, que marcan divergencias en el desarrollo de la participación pública, así como en el intercambio libre de las ideas y herramientas de expresión. “En este contexto no sería sólo uno de los derechos humanos fundamentales, sino también una condición de posibilidad para la defensa y el desarrollo de los demás derechos” (Gelman, 1997). n.

La posibilidad de sentir restricciones en la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, así como la de buscar y/o recibir información, pone en juego elementos básicos en el desarrollo humano. De allí que el ciberespacio se constituye en un entorno técnico y político, donde esta libertad puede ser una herramienta que permita a los pueblos un mayor crecimiento, así como que pueda constituirse en un medio que limite su avance. 

La ciencia y la tecnología han ido marcando caminos al producir el progreso de la humanidad. El advenimiento del nuevo siglo lo demuestra, a partir de los cambios profundos que ha generado lainformatizacion en las comunicaciones.

El desarrollo de las nuevas tecnologías, conceptualizadas como aquellos instrumentos de creación de nuevos medios comunicacionales y de expresión, que facilitan a los implicados la posibilidad de desarrollar nuevas experiencias formativas, representa un nuevo desafío de adaptación de las tres generaciones de derechos humanos a estas nuevas prácticas. En este orden y ante la inmensidad del alcance de redes como la telefonía celular y/o internet, se observa el riesgo y el peligro de ver arrasados valores asociados a la libertad, la seguridad y la privacidad.

La representación del ciberespacio y el uso de las TIC.

 

 

 

 

En el mundo físico se positivizan los daños ante distintas acciones antijuridicas, y tales situaciones resultan probatorias de los delitos acontecidos. La navegación por el ciberespacio favorece la conducta anónima o bien enmascarada y posibilita la invisibilidad de los autores. Esto diluye responsabilidades e impide conocer con cierta exactitud los efectos de las prácticas informatizadas.

El uso de estas nuevas tecnologías puede servir para lograr la exposición continua y resguardada por una máquina, así como para atacar y favorecer una violencia, simbólica en ocasiones y en otras verbalizada a través de enunciados altamente discriminatorios. Esto se observa en el aumento de denuncias por actos racistas y prejuiciosos, que se multiplican por la Red, donde las intolerancias se traducen en acciones cada vez más violentas.

Los anteriores son aspectos que producen preocupación cuando se trata del acceso y uso de estas tecnologías a muchos de los contenidos que pueden ser riesgosos para los usuarios por parte de personas vulnerables, tal como ocurre con niñas/os y jóvenes. Imágenes inadecuadas, información relacionada con pornografía infantil, violencia, explotación sexual, xenofobia, ideas terroristas, datos que promueven conductas disruptivas, son contaminantes de sus mentes en crecimiento, y en ocasiones su seguridad queda puesta en juego en el uso de su PC o el celular, entre otros medios.

Sin embargo, se trata de abordar una realidad comunicacional, que exige en el mismo análisis rescatar la importancia que significa como medio educativo, de oportunidad de conocimiento a partir de su amplio alcance a los usuarios, tecnologías en las cuales la actualización de las ciencias puede estaral servicio del desarrollo de los pueblos.

Oportunidad y riesgo son las dos partes constitutivas de este nuevo espacio, que reclaman una protección especial, no pensada en épocas anteriores en términos de derechos.

Los derechos civiles, como los que se refieren a la posibilidad cultural de las personas, se pueden ver afectados por el uso de estas tecnologías, que a su vez significan una alta posibilidad de evolución; y también los económicos y políticos en el acceso masivo y el crecimiento colectivo.

La situación de los jóvenes en el uso de las nuevas tecnologías

La realidad cotidiana muestra la presencia de violencia real y simbólica, que alcanza diferentes intensidades y formas, sin dejar de conformar parte del escenario de la noticia periódica. De tal modo, la violencia se ha transformado en una “vecina” naturalizada, y como tal aceptada, de modo tal que parece no dar lugar al asombro ni la sorpresa.

En algún sentido, los jóvenes pueden entenderla como un medio de afirmación, para el alcance de un posicionamiento social, y también como forma de obtener sus objetivos. En ocasiones encuentran modelos que lo logran por estos medios, lo que termina por alentar maneras agresivas cuando no consiguen obtener, con mayor esfuerzo o más espera y tolerancia, el reconocimiento social aspirado.

Los cambios que acontecen durante la adolescencia y la juventud en el orden fisiológico, así como en la maduración tanto emocional como social, han sido considerados por múltiples teóricos como propios de un período de crisis, en lo que respecta al esfuerzo que demanda el alcance de la propia identidad. Las exigencias personales, de sus pares, y que provienen desde el ámbito comunitario, reclaman un proceso de reorganización, que coloca a sus miembros en un estado de incertidumbre y búsqueda sobre principios y valores que hasta entonces fueron provistos por pautas familiares y/o educacionales.

La ideología, en cuanto sistema de creencias que ha permi do explicar su realidad durante los primeros años de vida, se transforma, y deja a los jóvenes en un estado de inestabilidad y fragilidad al influjo de nuevas ideas y prácticas que se traducen en modificaciones de comportamiento. Su salud integral se convierte en un conflicto por resolver, donde se plantea el reto del consumo, de los tóxicos y hasta de su propia genitalidad. En su hallazgo pueden verse implicados en conductas arriesgadas para su evolución.

Entre las presiones de iguales, el desafío de lo impedido o la necesidad de diferenciarse de los modelos paternos y maternos, surgen elementos con alto poder adictivo, entre los que se encuentran las nuevas tecnologías, que les abren un mundo de fantasía, impersonal y anónimo. La ausencia del control y el contacto presencial les permite adquirir imágenes deseadas, mitificadas, falaces, pero emocionalmente estimulantes, que requieren actuar sin que medie la necesaria capacidad de previsibilidad de los efectos ocasionados.

Esto responde a lo que plantea Zygmunt Bauman (2005), cuando explica que a diferencia de sus padres y abuelos, los jóvenes tienden a abandonar la concepción “cíclica” y “lineal” del tiempo y a volver a un modelo “puntillista”: el tiempo se pulveriza en una serie desordenada de “momentos”, cada uno de los cuales se vive solo, tiene un valor que puede desvanecerse con la llegada del momento siguiente y tiene poca relación con el pasado y con el futuro. Es el mundo de lo inmediato, donde los adolescentes tienden a ser impulsivos.

El tránsito de la niñez a la adolescencia está caracterizado por sucesos que impactan sobre los individuos, si bien de manera diferencial, como es lógico, también los afectan como grupo, haciéndolos particularmente frágiles a la incidencia de elementos que desde el exterior van transformando su mundo interno y también su apariencia.

La inmediatez de las tecnologías les permite actuar sin reflexionar, por la necesidad de experimentar nuevas y diversas situaciones. De tal manera, pueden verse implicados en relaciones irreales, fuera de su alcance y hasta nocivas para su desarrollo. Estas nuevas actitudes de las/os adolescentes y j! venes son producto de comportamientos permisivos, donde experimentan la curiosidad que sienten por tener relaciones con otras personas, en las cuales interesa alcanzar el mayor número de contactos sin relevar la calidad de los mismos, puesto que la popularidad se mide por la cantidad y la inmediatez. Por ello se permiten, a partir de sitios de internet sin control, abrir ventanas para mostrarse a otros —conocidos y desconocidos-, en cualquier momento y lugar, a partir de fotos o videos.

Se enlazan a través de redes sociales en internet, como estructuras interactivas, donde se plasman servicios de mensajería, y fotos con la existencia de “perfiles” que personalizan a cada usuario y a sus invitados. A partir de las mismas, abren la posibilidad de la publicidad de datos personales, así como de otros individuos que pueden no haber manifestado su voluntad previa y estar en desconocimiento por lo acontecido. De tal manera, el perjuicio puede ser individual, y también extenderse a terceros ajenos a estas vinculaciones, posibilitando la expansión del daño.

La inquietud en estas situaciones pasa por dilucidar cómo la publicidad de comentarios e imágenes en estas redes sociales demuestra paradojas entre el interés por el exhibicionismo con la rebeldía por el control y la vigilancia.

(Continúa...)

Descarga el documento completo aquí

Próximos Programas

Atención al Alumno
Atención al Alumno

Para alguna consulta por favor contacte con uno de nuestros representantes o caso contrario a los siguientes teléfonos:

x